Por si aún no lo sabias, existen múltiples opciones a elegir cuando se trata del hilo dental, no importa tanto cuál elijas siempre que lo uses todos los días.
Cada tipo de hilo dental tiene sus ventajas y sus inconvenientes. A la hora de elegir, debes tener en cuenta lo siguiente:
El hilo dental sin cera: Es un hilo dental de nailon fino que se compone aproximadamente de unos 35 filamentos trenzados. Se puede introducir en espacios pequeños si tienes los dientes muy juntos, pero se puede deshilachar o romper.
El hilo dental con cera: Es un hilo dental de nailon estándar que incorpora una fina capa de cera. Es más resistente y la cera pretende ayudar a que deslice con más facilidad entre tus dientes.
La cinta dental: Es más ancha y plana que el hilo dental normal y está disponible con o sin cera. Cuando hay más espacio entre los dientes, suele resultar más cómodo usar cinta dental que hilo dental normal. Por el contrario usarla si tienes puntos de contacto estrechos, se te hará más difícil que pase y podrías llegar a lastimar tus encías por ejercer demasiada presión.
El hilo dental de politetrafluoroetileno (PTFE): Este material se desliza fácilmente entre los dientes y es más resistente al deshilachado en comparación con el hilo dental normal. Pasa con suma facilidad entre tus dientes y esto evitará que hagas demasiada presión para tratar de pasarlo entre los dientes pudiéndote causar daño al contactar con tus encías.
El hilo dental Superfloss: Está hecho de un material parecido a la lana que cuenta con secciones más rígidas en cada extremo para limpiar aparatos o puentes dentales. La idea es que utilices el extremo rígido para facilitar pasarlo entre tus prótesis u aparatos de ortodoncia y luego la parte afelpada pase removiendo los restos de comida que haya de por medio.
Flossers: Como alternativa, puedes usar aplicadores de hilo dental desechables. Los aplicadores de hilo dental son especialmente recomendables para los niños pequeños y personas con problemas de movilidad o que simplemente se les dificulta mucho el uso de un hilo convencional. Cuando uses un aplicador de hilo dental, emplea la misma técnica que cuando te pasas hilo dental normal. Mueve el mango del aplicador de modo que el hilo se curve alrededor del diente formando una "C". Pasa el hilo dental con suavidad debajo de la encía y deslízalo hasta la parte superior del diente moviéndolo de abajo a arriba varias veces.
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